Texto escrito para el Quinto Número de la Revista Santiago Creativo, CORFO, CHILE

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En su pasada reunión de planificación quinquenal del 2012, el gobierno chino dejó claro que el pilar que sostendrá la estrategia que les permita ser una potencia mundial, y pasar de ser una nación subdesarrollada a una desarrollada, serán las industrias creativas y culturales, que para el 2015 deberían cubrir un 5% del PIB.


Es importante considerar que hasta el año 2012 este sector no aportaba más del 2,5% al PIB y lo que han hecho desde entonces, especialmente en el ámbito audiovisual, tecnologías de la informática (softwares para ocio), moda y joyería, entre otros; los tiene creciendo a casi un 17% anual. ¿Cuál es la clave? Expertos coinciden que el consumo y la cooperación, incentivados ambos desde el gobierno central, porque sea cual sea el tipo de origen del bien o servicio relacionado que se ofrece, siempre habrá grandes volúmenes de consumidores que satisfacer y mucho trabajo que realizar mancomunadamente, ergo, una danza de millones.


Según datos oficiales, hay más de 50.000 empresas en China relacionadas con industrias culturales y creativas, de las cuales 8.000 pertenecen al Estado y las empresas privadas tienen una rotación de ventas de más de USD 813 mil al año.


En Beijing (o Pekín si prefiere), la mayoría de los sectores turísticos de la ciudad cuenta con un detallado plan de negocio. Un ejemplo claro es Nanluoguxiang (un sector antiguo, con arquitectura tradicional bien cuidada) que posee la mezcla mágica de establecimientos: 35% de industrias creativas y tiendas de ventas minoristas; 25% de bares y cafés; 25% de tiendas relacionadas con moda y accesorios; 5% de hospederías y hoteles boutique, 5% de restaurantes de alta gama y 5% de otros misceláneos.


China sabe que sus industrias creativas pueden ser tan poderosas como las de occidente, sin la carga política de otras industrias y con completo soporte mediático de por medio si el gobierno central así lo autoriza.

Es así como durante los último meses del año 2014 Tencent Video (perteneciente a Tencent Holding Limited, proveedor de medios de masa, entretenimiento, entre otros, y valorado en más de USD 150 mil millones) se ha convertido en el único y exclusivo proveedor para dispositivos móviles de las series originales de HBO “Game of Throne”, “Boradwalk Empire” y “True Detective”, entre otras, y no es menor, 2/3 de la población en China posee un “smart phone” con plan de medios y el 82% de los usuarios se encuentra entre los 16 y 24 años, según fuentes oficiales.

Y claro, China es un país que supone números y volúmenes extremos, donde es fácil maravillarse haciendo felices cálculos de ventas en este país, pero son pocos los que logran finalmente ser “BIG IN CHINA”. Los expertos indican que un error recurrente es la falta de una estrategia de marketing y, por ende, falla la estrategia de posicionamiento, especialmente si se trata de un nicho. Muchos pueden llegar a China con el mejor producto del planeta, pero si los consumidores chinos no tienen una alta exposición gráfica al producto o servicio, es muy difícil que generen fidelidad hacia él.

Esta fiebre amarilla por querer conquistar China -y por qué no Asia con China como plataforma, viene para algunos desarrollándose desde el año 2005. A partir de entonces muchos y muchas profesionales jóvenes, freelancers en su mayoría, así como emprendedores y valientes visionarios, están migrando a estas tierras. No sólo por las oportunidades en comercio e idiomas, sino que también buscando abrirse paso en el competitivo mundo de la arquitectura, artes audiovisuales, diseño gráfico, publicidad, música pop y medicina tradicional, entre otras; tal vez con el simple objetivo de absorber técnicas milenarias o formar el espíritu en condiciones laborales extremadamente intensas y así llevarse de regreso a sus países cúmulos de conocimientos, ideas y experiencias distintas.

La comunicación es fundamental, por lo que el emprendedor en China está permanentemente pensando formas de hacer este proceso lo más fluido posible. ¿De qué manera? Conociendo la cultura y envolviéndose en sus modos y tendencias, primero, para luego fortalecer las relaciones comerciales en una segunda instancia. El que ha tenido una experiencia trabajando en China, con jefes y pares chinos, sabe perfectamente lo que esto significa.

Este país es una fuente inagotable de situaciones que provocan las más variadas ideas para sobrevivir y emprender, que sin el uso de la creatividad/adaptabilidad, como sustento estratégico de supervivencia y el deseo de convertir un sueño en una realidad comercial, en China simplemente no se tiene futuro.

China podrá tener parámetros culturales y, por sobre todo, gustos muy distintos a occidente, pero no se puede desconocer que tener una experiencia empírica intensa con la creatividad china – llámese “Chinese Style”- genera aún mayor creatividad. Para muchos es meramente intriga, de amor y odio; para otros un “por qué no, si están todos locos”, pero esta exacerbación de estilos, ese arraigo en las tradiciones milenarias, ese materialismo en el que se fundamenta prácticamente toda su vida y la capacidad para hacer de toda idea un posible negocio, es digna de tener un sitial importante en cualquier análisis económico en estos días. China marcará –y ya está marcando- tendencia de consumo en moda, cine, diseño de artículos de lujo, turismo de alta gama y espectáculos masivos, entre muchos otros.

Tradicionalmente existe un gran respeto hacia las marcas extranjeras, siendo apreciadas por poseer mejor calidad y mejor diseño que las nacionales, lo que ha llevado a las grandes corporaciones lograr abultados márgenes de ganancia. Este punto ha sido el más utilizado por las empresas internacionales para promover productos y servicios, especialmente aquellas relacionadas con el mundo del lujo, que mueve miles de millones de dólares al año en publicidad. Sin embargo, dicha tendencia se encuentra a la baja, y la apreciación por la marca china se encuentra en aumento, por lo que las empresas internacionales ya están pensando en nuevas estrategias para mantener la fidelidad de sus consumidores.

¿Y los canales? Comercio online y redes sociales. Las nuevas tecnologías tales como e-marketing y mensajes de texto a teléfonos portátiles, entre otras, están aumentando rápidamente, así como el avisaje vía redes sociales, los que podrían llegar a superar la publicidad en los periódicos.

China se convierte en un desafío para los emprendedores creativos (y por qué no, valientes) porque existen tantos nichos como uno pueda imaginar, pero donde las tendencias pasan sumamente rápido y el perfil del consumidor chino es tan variado como variada es su comida; por lo que hay que estar muy pendiente de estas transiciones o cambios de conductas para realizar análisis del mercado y proveer mejores servicios. China puede funcionar como cuatro países diferentes integrados, y los gustos del sur no corresponden a los mismos del norte, por decirlo de alguna manera.

¿Y por qué China?

Sea cual sea la motivación de quedarse o venir a China y emprender un negocio propio, normalmente es prestando servicios de comercio exterior. Así el 2011 en Beijing nace Hanshing Agency Co. & Ltd., de la simple idea de ser un nexo comercial entre empresas chilenas y chinas, con el lema “Acercando tu norte hacia oriente”. Al mismo tiempo, la agencia busca posicionarse dentro del mercado de la educación superior en China como agente de movilidad estudiantil y de promoción del idioma español y la cultura hispanoamericana. Abarcar estas tres áreas ha permitido incursionar en los estudios de mercado y análisis de tendencias, lo que ha derivado en la generación de nuevos proyectos de negocios y la búsqueda de nichos para la promoción creativa de una vanguardista cultura chilena y latinoamericana.

Los retos y amenazas que enfrentan los/as emprendedores/as en su búsqueda de posicionamiento, en un vasto mercado como es el chino, serán minimizados si a través de la cooperación y la creatividad conjunta se establece una estrategia de promoción y venta de productos y servicios de alta calidad. Ésta debe apuntar a un nicho específico, para que los futuros clientes y posibles socios en China se vayan familiarizando con las bondades del nuevo mundo, más orgánicas, y/o que logren ese balance entre el yin y el yang que fuera separado en el inicio de los tiempos por el dios Pangu.

Es así que nace “EMPORIO”, una iniciativa que busca reunir emprendedores hispanoamericanos, de pequeño y mediano tamaño, haciendo negocios u ofreciendo servicios en China para el mercado chino, siendo un canal de comunicación para llegar de manera diferente a más posibles clientes y/o consumidores finales, disipando la competencia natural que se genera por cuidar porciones del mercado chino que ha sido muy difícil de lograr conquistar. “EMPORIO” ofrece, de manera creativa y con un concepto fresco, una vitrina móvil para promover productos y servicios relacionados con educación, turismo y gastronomía, tecnologías de la información, servicios audiovisuales y artesanías, entre otras.

Por ejemplo, muchas universidades chilenas y chinas tienen convenios de colaboración que no se están aprovechando por falta de programas atractivos por ambas partes. Esta iniciativa es una plataforma donde se puede potenciar no solo el mercado del turismo académico y servicios asociados, sino que se podrían potenciar semilleros de emprendedores creativos.

 “EMPORIO” es concebida como un promotor de la creatividad al servicio de los negocios y propios intereses comerciales, el respeto por las ideas y el valor de asumir riesgos como principios regidores. Esto se plasma no solo en la calidad del producto o servicio que se ofrezca al interior de la red, sino que además en la estética y estrategia de marketing que se ha diseñado para agrupar a estos diversos servicios.

China es un país que frente a sus industrias creativas y culturales ha definido una política que antes del 2000 ni siquiera existía como concepto. En el mediano y largo plazo se abrirán oportunidades de cooperación y negocios en otros sectores poco tradicionales y, por qué no, Chile podría tomar ventaja frente a sus socios del cono sur, firmar un acuerdo en materia de industrias creativas y reafirmar a Chile como destino creativo y cultural, a pesar de la distancia que separa a ambos países. Ahora que China está desarrollando sus propias industrias, necesitará socios locales que le ayuden en su proceso de internacionalización y buscará plataformas de difusión por seguro.

Chile ya está exportando talento creativo a China y las historias que se cuentan entre estos pioneros y pioneras podrían ser fuente para definir una estrategia creativa de posicionamiento de marca país u otra que permita evaluar proyectos de negocios futuros y de cómo emprender en tierras lejanas. Después de todo, China es nuestro primer socio comercial. Talentos locales nacionales que intentan abrirse oportunidades en un mercado tan competitivo como amplio, donde todas las tendencias pueden tener cabida y nadie será juzgado si el papel del Estado no es mancillado. Sería interesante saber qué han vivido estos creadores, desde el otro lado del globo, donde literalmente hablan chino.